Psicología social
La voz situada. El cuerpo como territorio donde resuenan la historia, la cultura, los vínculos.
Aire que ingresa al cuerpo, llevando oxígeno a la sangre, energizando los músculos, permitiendo la vida. El mismo que luego de realizar su intercambio se convierte en dióxido de carbono y sale del cuerpo llevando consigo lo que ya no necesita.
Ese desecho que el cuerpo elimina, es la voz.
También es uno de los medios principales con el que los seres nos comunicamos entre nosotros. Moldeamos el aire y lo convertimos en sonido, le damos significados a esos sonidos, nos ponemos de acuerdo, creamos lenguajes, aprendemos, enseñamos, compartimos.
Los sonidos vibran dentro y fuera del cuerpo. Percibimos esas vibraciones, nos conmovemos, creamos música, le damos sentido, nos identificamos, atravesamos las barreras de lo tangible.
Pero la voz, sigue siendo aire llevándose de nuestro cuerpo lo que ya no necesita.
Se queda lo que sí, se va lo que ya no.
Y eso que ya no, se transforma, se amplía, muta.
Y en cada exhalación todos los músculos descansan, se relajan, liberan, abren, dan paso… sueltan.
Soltar para mutar, soltar para transformarse.
Cada sonido que emitimos es entonces la prueba irrefutable de nuestra capacidad innata de transformarnos, de resignificar, de construir a partir de lo que ya no es para nosotros.
- Allegra -
"Soltar la Voz" es un espacio de exploración vocal con enfoque integral
Una práctica que parte del cuerpo y del presente, y que habilita la aparición de la voz como una vía hacia la transformación. Acá cantar no es hacerlo bien, sino estar siendo. Cada encuentro es una invitación a habitar la respiración, el sonido, el movimiento y la emoción, como territorios vivos, sensibles y disponibles para el despliegue de la voz.
Este proceso integra herramientas teatrales, de autoconocimiento y del método funcional de la voz, proponiendo un abordaje integral, sensible y liberador.
Un enfoque integral que considera la voz como canal de transformación, contacto con lo simbólico y lo trascendente.
La voz situada. El cuerpo como territorio donde resuenan la historia, la cultura, los vínculos.
Una pedagogía vocal basada en la fisiología, que propone el desarrollo orgánico y autónomo de la voz, a partir de la conciencia corporal y respiratoria.
La escena como laboratorio vivo para experimentar con la voz. Favoreciendo el estar siendo por sobre el hacerlo bien.